A finales de 2013 tuvo lugar la firma del protocolo de transmisión de la colección Circa XX entre su propietaria, la odontóloga zaragozana Pilar Citoler y el Gobierno de Aragón. A través del acuerdo, por el que una gran parte de la colección era donada, esta colección privada centrada en el arte contemporáneo de la segunda mitad del siglo XX y de la primera década del XXI, pasaba a integrarse como colección pública, cuyo titular sería el gobierno regional. Esta transmisión vino acompañada por la creación de la Fundación Aragonesa Colección Circa XX Pilar Citoler, entidad privada de iniciativa pública que tiene entre sus cometidos la difusión, promoción y realización de actividades ligadas a la colección.
La gestación de este importante fondo artístico se debe al empeño personal de Pilar Citoler, quien llevada por lo que ella ha definido “como una forma de concebir la vida” [1] ha coleccionado obras artísticas de forma continuada a lo largo de más de cuatro décadas. A través de diferentes vías, adquisiciones en galerías, desplazamientos a ferias de arte, o merced a los contactos personales de su propietaria con diversos artistas y marchantes, la colección fue cobrando importancia de forma paulatina con el paso de los años. Gracias a esa continuidad en su incremento, lo selectivo en su adquisición, el volumen de obras y su calidad contrastada, la convirtieron en una de las colecciones privadas sobre arte contemporáneo de referencia en España.
Circa XX, tal y como hoy se presenta, es un importante fondo artístico integrado por más de 1.200 obras que muestran las principales corrientes y autores que ilustran las tendencias artísticas de las últimas décadas, tanto del panorama español como extranjero. Colección heterogénea conformada atendiendo a la sensibilidad y gusto personal de su autora [2], está integrada por obras de diferentes formatos y técnicas, con la presencia de pinturas, dibujos, obra gráfica, fotografía, escultura, instalaciones y vídeo.
La colección comenzó su andadura con la adquisición de obras de artistas españoles de postguerra a comienzos de los años setenta, como son las obras del Grupo el Paso o el denominado Grupo de Cuenca. La incorporación de obras de autor español ha sido constante a lo largo de las siguientes décadas. Ello dota de una de sus singularidades a la colección, y la convierte en muestra privilegiada del panorama de la producción nacional de los últimos cincuenta años. Así encontramos obras de Feito, Millares, Saura, Rivera, el pop hispánico del Equipo Crónica, Palazuelo, Rueda o hasta los actuales, Broto, Chema Cobo y Pérez Villalta, entre otros muchos.
Otra vía de incremento fue dar entrada a las grandes tendencias artísticas internacionales y apuntar con determinados obras las vanguardias históricas. Dentro de estas corrientes podemos encontrar desde obras del pop-art norteamericano y británico (recordemos que la colección se gesta en los años setenta del siglo XX en plena eclosión de este movimiento) al expresionismo abstracto, el grupo CoBrA, el posminimalismo, la transvanguardia italiana o el informalismo.
En cuanto a los autores internacionales representados son numerosísimos y encontramos desde la temprana obra del expresionismo alemán de Nolde, a otras de Chirico, Dubuffet, Le Corbusier, Ben Nicholson, Francis Bacon o Niki de Saint-Phalle. Existe una nutrida representación del movimiento Pop con obras de Roy Lichtenstein, Robert Rauschemberg, James Rosenquist, David Hockney y Andy Warhol. También el arte abstracto oriental, una singularidad dentro de las colecciones españolas, tiene cabida con una representación del grupo Gutai, como son las obras Sofá Teshigara o Takashi Suzuki.
Por otro lado, merced a las relaciones personales de Pilar Citoler, contamos con un grupo de artistas que están bien representados en la colección, entre los que destaca por el número y calidad de sus obras Wolf Vostell, impulsor del movimiento Fluxus.
Si bien cuantitativamente la colección de fotografía no alcanza el número de otras categorías, la calidad de las obras representadas es magnífica y aúna obras de creadores consagrados como Man Ray, Doisneau, Cartier- Bresson o Mapplethorpe hasta aquellos artistas, bien a través de fotografía digital o analógica, que se encuentran en activo y conciben la fotografía como elemento artístico autónomo, como es el caso de Pierre Gonnord, James Casebere o Candida Höfer, entre otros.
La dedicación vital de Pilar Citoler hacia el coleccionismo ha tenido su reconocimiento con la Presidencia del Patronato del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid y la concesión de diversos galardones, entre los que debemos destacar la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes del Ministerio de Cultura español o el Premio de la Fundación Arte y Mecenazgo al coleccionismo privado en España.
Texto de Fernando Sarría. Conservador Colección Circa XX ( 2014-2019).
[1] Pilar Citoler. Colección Pilar Citoler- Circa XX. Ibercaja 2002
[2] Antonio Bonet Correa. La fascinación y el goce de mirar el arte. No hay arte sin obsesión. 2007